martes, 22 de abril de 2008

La calma


Después de la tormenta llega la calma! y es una calma que tiene un sabor y olor especial ...de renovación, de limpieza y frescor.

Ante tal situación busco una de las fotos que he sacado recientemente en un precioso lugar.

Esta foto es de una abejorro, de esos que ya quedan pocos, recolectando néctar entre las flores para cuando llegue el invierno.

Es que me quedo boba mirando esos cuerpecitos tan perfectos, con sus colores, los pelucos en donde se va depositando el polen, y el ver cómo mediante una larga lengua succionan el néctar. Si es que tampoco es tan complicado vivir cuando se tiene una misión. Lo dificil para nosotros, que podemos elegir, es saber cual es.

Sin duda, es algo que se puede hacer una tediosa tarea o una excitante aventura. Todo depende de los cimientos de cada uno.





1 comentario:

lôgän dijo...

muchas veces me gustaria ser un animal, sobre todo por el mero hecho de despreocuparme de todo y evitar todas las inquinas y la desesperanza de nuestra patetica raza